La casa de Dios en las cartas del tarot

La casa de Dios, o la Torre es el arcano número dieciséis dentro del grupo de arcanos mayores del tarot gitano. Es una de las cartas del tarot más temidas, sin embargo, como todos los arcanos, su interpretación final depende de varios factores. En primer lugar, es necesario considerar el motivo de consulta, y la pregunta puntual que el consultante le ha hecho a la tarotista. Luego, es de suma importancia considerar el resto de las cartas de la tirada, que le darán la contexto a la interpretación que se realice.

La simbología de la Torre se basa en la escena bíblica de la torre de Babel. La historia se encuentra expresada en el libro once del Génesis. Los hombres habían ideado la construcción de una torre lo suficientemente alta como para alcanzar el Cielo. Dios vio con malos ojos semejante atrevimiento, y los castigó con la destrucción total, hasta sus cimientos del monumento. Además, llevó caos a la tierra, dado que hasta la construcción de la torre, se hablaba una sola lengua entre los hombres. Pero luego, cada uno empezó a hablar en lenguas extrañas, y no podía ser comprendido por los demás. De esta forma, los hombres quedaron dispersos y aislados sobre la faz de la tierra.

Pero el plan tenía fallas desde un comienzo. Como no disponían de rocas lo suficientemente grandes como para encarar la construcción de la torre, emplearon ladrillos de barro, y como tampoco tenía cemento, usaron betún en lugar de argamasa. En consecuencia, el proyecto estaba destinado a fracasar desde un comienzo. Al decir del genial Shakespeare, en la voz de Hamlet, lo que no ha empezado bien no puede terminar bien.

Cuando esta carta sale revelada en la tirada, implica que algo será destruido. No significa directamente que los sueños del consultante sean derribados, sino que el orden de las cosas como las conocía llegarán a su final. Esta idea se ve reforzada por la ilustración del arcano, que muestra en algunas versiones dos personas cayendo desde la torre, sin duda, la pareja de rey y reina actuales. Los reyes serán derribados de su investidura. Pero como los hombres no pueden andar sin líder, otros reyes distintos los sucederán, otro orden prevalecerá.

Entre las cartas del tarot, se trata de una fuerza constructiva y destructiva a la vez, una verdadera transformación, que golpeará con la fuerza de un rayo, y traerá un cambio que no tiene por qué ser dramático, sino que puede ser provechoso para el consultante, si se dispone a ir con la marea, y no oponer inútil resistencia al devenir de su destino.

Jesus Morrison
jesus_morrison@yahoo.com

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